METODO
Los métodos de estudio de la CRIMINOLOGÍA
El libro refleja las discusiones metodológicas en el mundo académico inglés. El interesante artículo de SHERMAN defiende la criminología experimental como el “conocimiento científico sobre la delincuencia y la justicia penal extraída de investigaciones basadas en la asignación aleatoria (‘random’)”. En su opinión, así es como se ha podido avanzar en el conocimiento científico criminológico y realizar descubrimientos como la creación de una policía profesional, o la utilidad de algunos castigos orientados a la rehabilitación. El excelente artículo de Mike
HOUGH (y también el de Shadd MARUNA y Charles BARBER) discute que el conocimiento en la criminología sólo pueda avanzar con el uso de investigaciones experimentales. 4
La posición teórica de SHERMAN está relacionada con el grupo Campbell5, que defiende el baremo de la Maryland Scale of Scientific Methods6 de acuerdo con la cual solo las investigaciones experimentales o cuasi experimentales suministran evidencia empírica. Frente a esta posición HOUGH replica que en criminología no todo conocimiento requiere de un estudio experimental, pues hay cuestiones que se derivan de la simple observación. Reproduce la parodia del Bristish Medical Journal en la que se afirma que los paracaídas salvan vidas aunque nadie haya realizado nunca un experimento con un grupo de control sin paracaídas (pues parece que tampoco los randomistas se han ofrecido). Algunas cuestiones pueden contestarse por medio de investigaciones cuantitativas semiexperimentales, y cita ejemplos de programas de tratamiento cognitivo conductual. Y finalmente, otras cuestiones son demasiado complejas para ser resueltas por medio de una investigación empírica, como el papel de la cultura en la moralidad y su incidencia en el cumplimiento de la ley.
En esta línea por ejemplo el artículo de Clifford SHEARING y Monique MARKS se detiene en el uso de las etnografías para describir y explicar apreciativamente un fenómeno social o instituciones como la policía, lo cual permite entender por ejemplo la dificultad estructural para conseguir que la policía, o cualquier otra institución, adopten y lleven a la práctica un determinado programa reformista.
En últimas, el libro What is criminology?, puede ofrecer también una ocasión para comparar debates metodológicos. En España la discusión metodológica en la criminología acostumbra a plantearse generalmente en términos de oposición entre el ‘método empírico’ (conocimiento de la realidad) y el ‘normativo’ (conocimiento de la regulación legal). Creo que en esta discusión existe una doble confusión: por un lado se privilegian los métodos cuantitativos o estadísticos como si estos fueran los únicos ´métodos empíricos’ y, por otro lado, se presume que los métodos estadísticos (denominados ‘empíricos’) son sinónimo de trabajo de campo (‘field work’). Respecto de la confusión entre ‘método empírico’ y estadístico entiendo que el objetivo del ‘método empírico’ es el conocimiento y explicación de la realidad, con lo cual pueden usarse asimismo métodos cualitativos, entre ellos destacadamente la observación participante7. Respecto de la confusión entre ‘métodos empíricos’ y trabajo de campo, aun cuando en algunas ocasiones el criminólogo parece más ‘empírico’ si pone ‘tablas’ en el texto, eso no significa que su trabajo sea realizado “sobre el terreno”. Para expresarlo en términos coloquiales, un estadístico puede estar tan ‘alejado de la realidad’, y de los problemas de la gente a la que pretendemos estudiar y entender, como un jurista (lógico-formal).
El libro refleja las discusiones metodológicas en el mundo académico inglés. El interesante artículo de SHERMAN defiende la criminología experimental como el “conocimiento científico sobre la delincuencia y la justicia penal extraída de investigaciones basadas en la asignación aleatoria (‘random’)”. En su opinión, así es como se ha podido avanzar en el conocimiento científico criminológico y realizar descubrimientos como la creación de una policía profesional, o la utilidad de algunos castigos orientados a la rehabilitación. El excelente artículo de Mike
HOUGH (y también el de Shadd MARUNA y Charles BARBER) discute que el conocimiento en la criminología sólo pueda avanzar con el uso de investigaciones experimentales. 4
La posición teórica de SHERMAN está relacionada con el grupo Campbell5, que defiende el baremo de la Maryland Scale of Scientific Methods6 de acuerdo con la cual solo las investigaciones experimentales o cuasi experimentales suministran evidencia empírica. Frente a esta posición HOUGH replica que en criminología no todo conocimiento requiere de un estudio experimental, pues hay cuestiones que se derivan de la simple observación. Reproduce la parodia del Bristish Medical Journal en la que se afirma que los paracaídas salvan vidas aunque nadie haya realizado nunca un experimento con un grupo de control sin paracaídas (pues parece que tampoco los randomistas se han ofrecido). Algunas cuestiones pueden contestarse por medio de investigaciones cuantitativas semiexperimentales, y cita ejemplos de programas de tratamiento cognitivo conductual. Y finalmente, otras cuestiones son demasiado complejas para ser resueltas por medio de una investigación empírica, como el papel de la cultura en la moralidad y su incidencia en el cumplimiento de la ley.
En esta línea por ejemplo el artículo de Clifford SHEARING y Monique MARKS se detiene en el uso de las etnografías para describir y explicar apreciativamente un fenómeno social o instituciones como la policía, lo cual permite entender por ejemplo la dificultad estructural para conseguir que la policía, o cualquier otra institución, adopten y lleven a la práctica un determinado programa reformista.
En últimas, el libro What is criminology?, puede ofrecer también una ocasión para comparar debates metodológicos. En España la discusión metodológica en la criminología acostumbra a plantearse generalmente en términos de oposición entre el ‘método empírico’ (conocimiento de la realidad) y el ‘normativo’ (conocimiento de la regulación legal). Creo que en esta discusión existe una doble confusión: por un lado se privilegian los métodos cuantitativos o estadísticos como si estos fueran los únicos ´métodos empíricos’ y, por otro lado, se presume que los métodos estadísticos (denominados ‘empíricos’) son sinónimo de trabajo de campo (‘field work’). Respecto de la confusión entre ‘método empírico’ y estadístico entiendo que el objetivo del ‘método empírico’ es el conocimiento y explicación de la realidad, con lo cual pueden usarse asimismo métodos cualitativos, entre ellos destacadamente la observación participante7. Respecto de la confusión entre ‘métodos empíricos’ y trabajo de campo, aun cuando en algunas ocasiones el criminólogo parece más ‘empírico’ si pone ‘tablas’ en el texto, eso no significa que su trabajo sea realizado “sobre el terreno”. Para expresarlo en términos coloquiales, un estadístico puede estar tan ‘alejado de la realidad’, y de los problemas de la gente a la que pretendemos estudiar y entender, como un jurista (lógico-formal).
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